📅 15 de noviembre, 2019
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Abrir y cerrar ciclos, dejar ir, hacer duelo y tener gratitud. ¿No es esto de lo que se trata la vida? El ser humano está en constante renovación, buscando nuevas metas a seguir, ideales que alcanzar; el cambio y el movimiento es lo que inyecta de vida a cada momento. (Rodriguez Escenaro, 2018)¹
Si asumimos que un ciclo es una secuencia de pautas o conductas que conllevan un inicio, un desarrollo y un final, pensaremos que todo en la naturaleza es cíclico: las estaciones climáticas, la flora, los animales, las relaciones interpersonales, la guerra, la paz, los países, la política. (Stecca de Alvizúa, 2005)²
Un ciclo es un período de tiempo que conlleva un inicio un tiempo de desarrollo o estabilidad, y una decadencia. Puede tratarse de una relación amorosa que cumpla su ciclo o período de tiempo en el que se desgastó, llegó a su término, ya no da para más, entonces ha terminado su ciclo. Los motivos pueden ser mil, es importante saber verlo y no empeñarnos en seguir ahí tratando de resucitarlo. También puede ser un ciclo que cumplimos en un trabajo, en una empresa, o un ciclo vital, cuando termina la infancia, la adolescencia, y así cada etapa de nuestra vida, todo en este sistema de cosas llamado Universo es cíclico. (Celis Lopez, 2014)³
Que terminen diversas etapas en la vida es algo que ocurre de manera natural, sin embargo, hay a quienes les cuesta trabajo identificarlo, por ello, es importante saberlo con toda claridad.
Cuando las personas perciben la decadencia de una relación interpersonal, ya sea ésta de pareja o la empresarial, etapa estudiantil, etcétera, sienten un malestar que puede ser desde una añoranza de los tiempos pasados hasta una furia incontrolable, porque las relaciones o la situación se les escapa de las manos. Algo ya no funciona como antes, las cosas no están bien, pensamos que el tiempo lo arreglará, que algo pasará para resolver la situación, nos sentimos decepcionados, son las campanadas que anuncian que algo está muriendo, para dar paso a algo nuevo. (Stecca de Alvizúa, 2005)²
Un cierre de ciclo es dejar ir.
Aunque desees que siempre estén las personas que amas, situaciones tan agradables que no deseas que terminen nunca, muchas veces en necesario decirles adiós, dejarlas ir. Y ese vacío o dolor que dejan en nosotros es necesario "trabajarlo" que quiere decir esto, reestructurarlo, darle otro significado. Esto lo podrás ver así, sí ves de una manera más profunda hacia ti, ¿Qué es en realidad lo que te duele o te molesta de esta situación? ¿cómo vas a cerrar el ciclo? Haciendo un recuento de todo lo que hubo mientras estuvieron juntos, lo positivo y lo negativo agradeciéndole la enseñanza que te deja este período, recordando que nada es para siempre. (Celis Lopez, 2014)³
Los duelos no trabajados y latentes son ciclos abiertos.
"Las personas buscan tratamientos en los servicios de salud mental, porque se sienten bloqueadas, vienen creyendo que no están superando la experiencia, que el duelo, no se acaba, y que necesitan ayuda, para terminarlo y volver a vivir. Además, muchas veces emerge como la causa subyacente de diversas aberraciones físicas y mentales. La gente busca asistencia sanitaria tanto física como mental, y no necesariamente sabe que detrás de su estado quizá hay un duelo" J. William Worden. 1997. (Citado por Celis Lopez, 2014)³
La manera de cerrar nuestros ciclos tiene mucho que ver con la forma de aprender a hacerlo, con patrones heredados o modelados desde la infancia. Algunas personas precipitan el cierre para no sufrirlo, pero se les dificulta decir adiós, lo cual lo evaden. Asimismo, otras personas simplemente evitan contactar con el cierre de las situaciones y relaciones. Por ejemplo, repiten situaciones relacionales una y otra vez, no consiguen el trabajo feliz, persisten en quedarse sin dinero y su modelo de fracaso se repite una y otra vez. Al respecto, cabe destacar lo siguiente: Irnos de la relación con las manos vacías nos deja un vacío que nos impide avanzar, irnos sin convertir la experiencia y los recuerdos en tesoros para el presente y el futuro es como caminar con los pies hacia adelante y la cabeza hacia atrás, séguramente caeremos en un hueco por no haberlo visto o no tendremos con qué seguir adelante. (Stecca de Alvizúa, 2005)²
Otras personas persisten en mantenerse en situaciones y relaciones a pesar de que cabalgan un caballo muerto, es decir, se resisten a la experiencia de la pérdida y de la necesidad de cambiar. Por tanto, suelen seguir aferrados a un estatus, un rol, una relación, un negocio, a pesar de que el costo es mucho más altos que los beneficios.
Las experiencias vividas en cada ciclo, tanto positivas como negativas, van desarrollando en nosotros la capacidad de tolerar la frustración, de renunciar a lo que no se puede alcanzar y tener gratitud respecto de aquello que sí fue logrado. Es decir, nos llevan a crecer en todos los aspectos.
Uno de los sentimientos más importantes para poder crecer y amar es la gratitud, siempre que hay gratitud hay esperanza en lo bueno. Es así como vamos integrando en nosotros las situaciones positivas y negativas, logramos un balance entre lo bueno y malo y dejamos ir aquellas que ya no pertenecen a este momento, hacemos un duelo. Liberamos energía que queda a disposición para encontrar otra liga, otro ideal, otro comienzo. (Rodriguez Escenaro, 2018)¹
Recuerda que nada ni nadie es indispensable. Ni una persona, ni un lugar, ni un trabajo, nada es vital para vivir porque cuando usted vino a este mundo llegó sin ese adhesivo, por lo tanto, es 'costumbre' vivir pegado a él y es un trabajo personal aprender a vivir sin él, sin el adhesivo humano o físico que hoy le duele dejar ir.
Si insistes en permanecer en ella más allá del tiempo necesario, pierdes la alegría y el sentido del resto. Cerrando círculos, o cerrando puertas, o cerrando capítulos, como quieras llamarlo. Lo importante es poder cerrarlos, y dejar ir momentos de la vida que se van clausurando. (Coelho)⁴
Parte de la salud emocional está en poder contar nuestras historias fluidamente con todos sus matices, que ciclo a ciclo se tejan los capítulos para que formen un continuo que se seguirá desarrollando con gratitud hacia lo que fue, y entusiasmo por lo que se escribirá.
Pero... cierra, clausura, limpia, tira, oxigena, despréndase, sacuda, suelte ... Hay tantas palabras para significar salud mental y cualquiera que sea la que escoja, le ayudará definitivamente a seguir para adelante con tranquilidad. ¡Esa es la vida!