📅 22 de noviembre, 2019
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La evolución y el cambio son determinantes en la vida de los seres humanos. En nuestro estar en el mundo lo único permanente es la evolución. Sin embargo, algunas personas en ocasiones, se quedan en situaciones destructivas sin poder dar salida a una experiencia que ya no es posible sostener en el momento presente. Sus vidas se encuentran sumidas en un laberinto y experimentando emociones descontroladas. (Giorgana Jimenez, 2011)¹
¿cómo poder identificar que hay ciclos abiertos en nuestra vida?
Cuando hay situaciones que se repiten y se repiten. Hay heridas abiertas: cuando al recordar determinado hecho o situación hay todavía dolor, resentimiento, coraje, culpa.
Sumergirse en ese sendero no es un proceso fácil, pero es necesario; es una brecha a recorrer, sobre todo cuando la experiencia de vida se ha tornado gris, obscura, frustrante y sin sentido. Atarse a una situación dolorosa es una sensación que carcome el alma, y lacera a parte más íntima de nuestro ser. (Giorgana Jimenez, 2011)¹
Así las heridas emocionales, sólo nos decimos "ya pasó" y evadimos tocar el tema pues nos duele, y como no han sanado, al menor recuerdo hay dolor, coraje, resentimiento, culpa o todo lo que no pudo salir en su totalidad.
Puede tratarse de una relación amorosa que cumpla su ciclo o período de tiempo en el que se desgastó, llegó a su término, ya no da para más, entonces ha terminado su ciclo. Los motivos pueden ser mil, es importante saber verlo y no empeñarnos en seguir ahí tratando de resucitarlo. También puede ser un ciclo que cumplimos en un trabajo, en una empresa, o un ciclo vital, cuando termina la infancia, la adolescencia, y así cada etapa de nuestra vida, todo en este sistema de cosas llamado Universo es cíclico. (Celis Lopez, 2014)²
"Hay que saber cuándo una etapa llega a su fin, cuando insistimos en alargarla más de lo necesario, perdemos la alegría y el sentido de las otras etapas que tenemos que vivir. Poner fin a un ciclo, cerrar puertas, concluir capítulos ... no importa el nombre que le demos, lo importante es dejar en el pasado los momentos de la vida que ya terminaron" Coelho.
Necesitamos hacer un alto en el camino y considerar que ese pasado, que esa experiencia, que esa situación, se acabó, está agotada. Precisamos incorporarla como parte de nuestra historia personal, que no es posible modificarla en los hechos. También es cierto, que ese camino vivido es y será parte de lo que nos constituye ahora en el presente como personas.
Al liberar la energía estancada se abren nuevos horizontes, y sanas el dolor permite que se expanda un mundo de posibilidades a resolver y experimentar. Es imposible vivir en el hoy trayendo necesidades de ayer. Enfermamos al vivir en el pasado y nos llenamos de ansiedad al pensar solo en el futuro. El tiempo presente es el único que nos puede brindar la posibilidad de crecer, de reflexionar y de madurar. (Giorgana Jimenez, 2011)¹
¿por qué se dificulta cerrar un ciclo?
Sencillo, es difícil porque has creado un vínculo afectivo, un ciclo es un acumulado de experiencias, y situaciones vividas que están llenas de emociones, es algo así como que están impregnadas de sentimientos, estos pueden ser agradables o no, ahora bien, a todo esto, nos apegamos y es por este motivo que se hace difícil cerrar ciclos, no imposible. (Serrano)³
El ser humano cuenta con la capacidad de viajar en el tiempo utilizando la mente, viaja hacia el pasado a través de los recuerdos y hacia el futuro con la visualización e imaginación, cuando no has cerrado un ciclo vives en un viaje constante hacia el pasado, preguntándote: el por qué sucedió lo que sucedió. En la vida hay que dejar ir, soltar y entender que las cosas deben fluir, si te quedas aferrado al pasado serás siempre un preso de tu propia vida, entiende que en la vida a veces se gana y otras se pierde, pero incluso dentro de esa pérdida siempre hay espacio para el aprendizaje. (Serrano)³
Cerrar un ciclo requiere de un compromiso contigo mismo, con tu futuro, con tu bienestar y felicidad, esto toma su tiempo, pero es importante que trabajes en ti lo suficiente como para que en algún momento puedas mirar hacia atrás y decir, gracias por todo, gracias a eso que paso, hoy día soy una mejor persona, más fuerte, más confiada, y más crecida.
Las personas, son ante todo un ser social, por lo que depende de su ambiente social no sólo para sobrevivir físicamente, sino para su desarrollo psíquico y espiritual. La herencia cultural, la que no puede concebirse sin la sociedad, proporciona a los seres humano contenido y forma a su existencia. Es en este aspecto donde el desarrollo emocional recibe elementos desde el mundo externo para constituirse desde lo propio, e impactar en el desarrollo humano. […] Se puede ver que, a mayor inteligencia emocional, mayor es el desarrollo humano y el comportamiento ante diversas situaciones de la vida. La articulación entre ambos aspectos persona-medio es vital para generar espacios que permitan un buen desarrollo emocional, el que a su vez conllevará a la persona a situarse en su contexto desarrollando competencias socio-emocionales que le permitirán afrontar al medio con las características actuales; dinámico, cambiante, competitivo y globalizante, con competencias adecuadas a dicho contexto. (Sarquis Exsome, 2014)⁴
Cerrar ciclos, enfrentar los duelos y las pérdidas es una necesidad humana. Es como leer un libro que nos entretiene. Al entrar en esa historia damos vuelta a la página sin apegos, sin sufrimiento, sin dolor. Nuestra mirada está centrada en lo que viene, en la trama. Contamos con un panorama más amplio y una visión más extensa de otras experiencias más satisfactorias y constructivas. (Giorgana Jimenez, 2011)¹
³Serrano, S. (s.f.). Academia.edu. Recuperado el 18 de Noviembre de 2019