📅 16 de agosto, 2019
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Este efecto de polarización o extremización de la evaluación de las personas que actúan en un polo u otro de dimensiones de actuación de los grupos a los pertenecemos se ha denominado "efecto de oveja negra". Se refiere a la conocida metáfora del individuo que actúa de forma extrema y negativa en una familia, grupo étnico o nacional, al que se califica de ejemplar negativo - la oveja negra de la familia. (Marques y Paez, 1996)
En la vida cotidiana, los miembros de la familia pueden desempeñar su rol de manera claramente percibida por todos y flexible; o de manera estereotipada, rígida, escondida o incluso negada. Por ejemplo, un rol clásico que aparece en numerosas familias es el de la oveja negra. En algunas familias este rol puede ser muy evidente para todos los miembros e incluso la persona se autoproclama a sí mismo en su rol y se comporta de manera que reafirma su posición. Pero en otras familias este mismo rol puede ser designado de manera mucho más sutil, sin expresarse abiertamente, pero influyendo fuertemente en las relaciones.(Carreras, 2014)
La familia como grupo no deja de ser un sistema. Un sistema para funcionar necesita de unas reglas comunes que sean aceptadas por todos o al menos por la mayoría, de esta forma el sistema garantiza su cohesión y buen funcionamiento. Básicamente al sistema no le hará demasiada gracia ya que por su propia naturaleza se sentirá amenazado. Esta desvalorización procede del sentimiento de “no encajo y puesto que no encajo soy yo el que está equivocado y algo debe de andar mal en mi” … y pensar eso es un error, pues nada hay de malo (aunque sí mucho de incomodo) en la diversidad. (De La Iglesia, 2016)
Sin embargo, el papel de las ovejas negras de las familias es muy importante y necesario para el buen funcionamiento del sistema familiar. Los sistemas familiares, al igual que otros grupos sociales, son sistemas dinámicos, que evolucionan y cambian, aparecen nuevos miembros, los miembros evolucionan, las relaciones cambian, etc. Y por ello deben renovar sus normas de funcionamiento, y ahí el papel crucial de la oveja negra porque cuestiona los valores y normas familiares y crea un desequilibrio que es necesario restaurar mediante el sistema homeostático del núcleo familiar. Poco a poco los miembros más jóvenes de la familia introducirán cambios para devolver el equilibrio al sistema y éste evolucionará. (Rodríguez Ruiz, 2017)
Es muy importante saber gestionar el papel de oveja negra, para garantizar el bienestar de la persona que ejerce este rol y promover la evolución positiva del sistema familiar. No te sientas mal por tener convicciones diferentes al núcleo familiar, pero tienes que entender que no puedes imponerlos. El primer paso es respetar las convicciones de los demás miembros de la familia y usar el dialogo para exponer los tuyos, puede ser complicado, pero si quieres respeto y ser escuchado es muy importante partir del respeto y emplear una actitud conciliadora. (Rodríguez Ruiz, 2017)
De la misma forma, si el resto de los familiares se abren a lo que tiene para ofrecerles la oveja negra podrán crecer exponencialmente pues es precisamente la oveja negra la que aporta una visión renovada y abrirse a eso es una gran oportunidad para crecer y evolucionar como sistema.
Todos los miembros de una familia comparten la misma herencia familiar invisible, incluido el reglamento familiar. El precio que se paga por sanar a la familia incluye romper las reglas familiares, asumiendo la culpa de ser diferente, aceptando su destino y el de cada quien.
Uno de los precios de sanar es rompiendo las reglas de la familia. Cuando sigues las reglas de tu grupo te sientes bueno e inocente, y cuando las rompes te sientes malo y culpable. Para crecer necesitas perder tu inocencia. Las personas que prefieren conservar su inocencia creen que no pueden cambiar. Conservar la inocencia te da una sensación de tranquilidad, porque eres leal a tu familia. Al principio, eres así por amor ciego a tu familia de origen, luego te rodeas de personas que refuerzan las mismas creencias, por ejemplo, los amigos. (Block, 2018)¹
Cuando las personas que te rodean piensan que eres de una manera determinada, es más difícil cambiar porque tienes que ir en contra de las creencias del grupo al que perteneces, además de las de tu familia. Se tiene que romper esas creencias al precio de sentirte culpable ¿De verdad prefieres conservar tu inocencia y estancarte? (Block, 2018)¹
La tranquilidad que te da el ser inocente es una gran tentación, pero te lleva a creer que no puedes cambiar, que eres lo que te enseñó tu familia y lo que todos piensan de ti. Por eso, aunque no lo creas, la mayoría de las personas lo prefiere así. El precio de crecer es demasiado alto y muchos no lo quieren pagar. (Block, 2018)¹
Y tú, ¿Qué prefieres? ¿Ser inocente y quedarte pequeño o sentir algo de culpa y crecer?
¹Block, M. (2018). Sana tu familia. México.