📅 27 de septiembre, 2019
•⏱️3 minutos de lectura
La creatividad supone una actitud de reto ante las circunstancias de la vida, una búsqueda constante de nuevos modos de hacer, pensar y sentir. Como valor cultural la creatividad se refiere no sólo a las manifestaciones artísticas de los pueblos, abarca también las múltiples actitudes, acciones, significados compartidos en un tiempo y en un espacio. (Rojas de Escalona, 2010)¹
La solución de problemas se refiere a los procesos de conducta y de pensamiento dirigidos a la ejecución de una tarea intelectualmente exigente. Sin embargo, cuando se tiene un enfoque racional para la solución de problemas, surge una tendencia a utilizar un pensamiento restrictivo, lógico y rígido, siendo que la mayor parte de los problemas que se presentan en la práctica requieren de personas creativas, originales y flexibles. (Duarte Briceño, Díaz Mohedo, & Osés Bargas, 2012)²
Con frecuencia la creatividad se asocia a la solución de problemas; la vida es una fuente inagotable de situaciones por resolver, pero no todas requieren de creatividad para su solución, muchas de ellas exigen respuestas mecánicas, repetitivas. Los problemas que ameritan una solución creativa se caracterizan porque generan una respuesta original, pertinente, adecuada. (Rojas de Escalona, 2010)¹
El proceso de resolución de problemas al igual que el desarrollo de la creatividad, también está íntimamente ligado a los procesos vitales de los seres humanos, de hecho, la capacidad que distingue a los seres humanos de las demás especies vivas es la capacidad de aprender y de aprender racionalmente a través del pensamiento simbólico y la representación. Hoy en día se sabe que "el proceso del aprendizaje humano desde el niño hasta el adulto, es esencialmente una actividad de resolución de problemas mediante la cual el individuo se adapta al medio, y que este proceso de resolución de problemas se lleva a cabo simultáneamente en los campos cognitivo, afectivo y psicomotor "(López y Costa, 1996, citado por García García, 1998)³
El proceso de resolución de problemas además de ser un elemento base en el aprendizaje, también lo es en el proceso de producción del conocimiento. En la solución de problemas se combinan dos procesos complejos: uno es la comprensión, la cual genera un espacio del problema y otro la solución que explora el espacio del problema para, de ésta forma, intentar resolverlo. La representación que el sujeto construye del problema determina la forma como se planteará resolverlo. (García García, 1998)³
La creatividad también puede ser catalogada como un proceso, es decir, como un conjunto de etapas que se suceden desde antes de la generación de una idea hasta el reconocimiento y elaboración final de la misma. Las etapas que conforman el proceso creativo son las siguientes (García García, 1998)³:
En términos conceptuales, la solución de un problema es desconocida, y por lo tanto todo problema requiere de un pensamiento creativo; dicho en términos de competencias, las personas requieren desarrollar la habilidad para resolver creativamente los problemas. También hay que considerar que dichos problemas aparecen en todas las edades, y cuando no se tiene la habilidad para resolverlos, la persona queda estática. Por esta razón, el hecho de contar con habilidades que estimulen sistemáticamente la solución de problemas, principalmente en forma creativa, permitiría a las personas vencer más obstáculos y alcanzar el éxito en su resolución de problemas.