Reconociendo al estrés

📅 18 de octubre, 2019

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“Se trata de estados de malestar subjetivo, acompañados de alteraciones emocionales que, por lo general, interfieren con la actividad social y que aparecen en el periodo de adaptación a un cambio biográfico significativo o de un acontecimiento vital estresante.” (Martínez González, García Valerio, & Martínez García, 2017)¹

El estrés es parte de la vida. Aunque algo de estrés es normal e incluso necesario, demasiado estrés puede afectar la calidad de vida y la salud. Las personas somos diferentes. Por una parte, valoramos y vivimos las cosas de distintas maneras. Cualquier situación, tener una criatura o cambiar de casa, que para alguien puede resultar angustiosa y estresante, para otros puede ser fuente de alegría y tranquilidad. Además, reaccionamos ante las situaciones de diversas formas: ponemos mucha atención a cómo nos sentimos o no, lo afrontamos enseguida o lo negamos, lo contamos o nos aislamos. Todo esto hace que las personas manejemos el estrés de distintas maneras. A veces pasamos temporadas con el estrés justo y útil para vivir, otras con poco o con demasiado y otras con un problema más o menos serio y continuado de estrés. (Pérez Jarauta, Echauri Ozcoidi, & Salcedo Miqueleiz, 2002)²

Para llegar a tener problemas con el estrés, suele pasarse por tres etapas. En la primera notamos que algo ocurre: inquietud, nervios, miedo, tristeza. Si no lo afrontamos en este momento, se pasa a una segunda etapa de no hacerle caso. Si esto continúa bastante tiempo, podemos pasar a una tercera etapa de agotamiento físico y emocional. El malestar emocional y la tensión física pueden indicarnos cómo estamos de estrés. (Pérez Jarauta, Echauri Ozcoidi, & Salcedo Miqueleiz, 2002)²

Existen distintos factores que pueden propiciar al estrés, como son las demandas del trabajo, en las que podemos encontrar situaciones como el volumen o complejidad del trabajo que puede estar por encima dela capacidad del trabajador, el tiempo de realización del trabajo, conflicto de rol, malas relaciones personales, futuro inseguro en el empleo, falta de participación, grandes responsabilidades, contexto físico peligroso, entre otras; las caracteristísticas de las personas también son factores que propician al estrés, como son los rasgos de personalidad, las necesidades del individuo, el reconocimiento personal, las aspiraciones que tenga y sus expectativas; estos rasgos de personalidad pueden demostrarse en el interés por la perfección o un logro de metas elevadas, pueden sentir tensión continua o incapacidad de relajarse, también pueden ser individuos competitivos, ambiciosos o impacientes. (Umivale)³

En una reacción de estrés se produce siempre un trastorno psicosomático: aquél que teniendo un origen psicológico, presenta síntomas fisiológicos y produce alteraciones a nivel corporal. El trastorno psicosomático se caracteriza por el estado de tensión excesiva, en el que siempre aparece la ansiedad. (Umivale)³

No existe un listado consensuado acerca de los modos o estrategias de afrontamiento que utilizamos los humanos en situaciones estresantes. Algunas de las medidas más comunes para frenar el estrés suelen ser la respiración rítmica para disminuir la ansiedad esperando que la frecuencia cardiaca disminuya y el resto de los síntomas simpáticos (sudor, aceleramiento cerebral) se reduzcan, al iniciar cualquier actividad el rimo respiratorio no debe perderse; también frenar con nuestra inteligencia, con autocontrol o control mental, la reacción de estrés, es decir, no preocuparse hasta que no llegue el momento. (Barrio, García, López, & Bedia, 2006.)⁴

No hay que olvidar que la mayor parte de las veces, el estrés se controla mediante un ejercicio de nuestra razón: el control de cualquier comportamiento aprendido puede ser hecho mediante la activación de mecanismos inteligentes; Eliminar la energía acumulada mediante una actividad física, Practicar una actividad de desconexión con el exterior o interior (Reposo, leer, escuchar música, tumbarse en el sofá, dormir, estar con poca gente, darse una ducha de agua caliente, tomar el sol, cualquier ejercicio en la piscina, dedicarse un tiempo a uno mismo, ir de compras, actividades culturales, etc); Intentar prever los momentos de estrés para que se desencadenen antes los sistemas de reacción del estrés; vivir esperanzados porque el momento de tensión pasará rápido ya que otras veces ha sucedido lo mismo. Pensamientos tranquilizadores de que las cosas pueden cambiar. (Barrio, García, López, & Bedia, 2006.)⁴

Para concluir, lo peor que se considera en una situación estresante es no tener o encontrar dominio de la situación, cuando no se puede controlar vivirlo de una manera exagerada y no combatir el estrés con más presión, no estresarse con querer eliminar el estré.; por otro lado lo ideal sería adaptarse a las situaciones estresantes, es decir, saber llevarlo lo mejor posible, aprender y renovar las estrategias de control, activar las válvulas de escape lo antes posible, practicar la solución de conflictos, interrumpir las cadenas de pensamientos destructivos y cambiarlos por pensamientos positivos.

En la vida es importante vivir el estrés: Aprovechar el estrés para ser conscientes de lo mal que se vive en esas situaciones.

¹Martínez González, J. V., García Valerio, A., & Martínez García, V. A. (Enero-Abril. de 2017). Estrategias para el control del estrés empresarial. Horizonte Sanitario., 16(1), 38-45.

²Pérez Jarauta, M. J., Echauri Ozcoidi, M., & Salcedo Miqueleiz, M. A. (2002). El Estrés. Navarra.: Gráficas ONA, S.A.

³Umivale. (s.f.). Universidad de Valencia.

Barrio, J., García, M., López, M., & Bedia, M. (2006.). CONTROL DEL ESTRÉS. International Journal of Developmental and Educational Psychology., 2(1), 429-439.